29.4.08

EL SEMINARIO DEL POSGRADO EN FILOSOFÍA DE LA CIENCIAINVITA A LA CONFERENCIA"A GUIDED TOUR OF DYNAMIC EPISTEMIC LOGIC BARTELD KOOI"DR. ALLARD TAMMINGA-Universidad de Groninga, HolandaMIÉRCOLES 30 DE ABRIL DE 2008
17:00 HRS.AULA JOSÉ GAOS
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOSÓFICAS, UNAM


Abstract:

There are many scientific theories about information, for instance information theory, probability theory, statistics, computer science, philosophy of science, and logic. The branch of logic calle depistemic logic deals with information explicitly. It was initially developed by Hintikka, whose main goal was a conceptual analysis of knowledge and belief. In epistemic logic the focus is on statements suchas `I know that p', `I know that you know that p' and `I know that he knows that we know that p'. Epistemic logic is especially useful when applied to situations involving more than one agent. One can model the information an agent has about the bare facts of the physical world and the information an agent has about other agents' information, i.e., higher-order information. This ability to model higher order information distinguishes epistemic logic from other scientific theories about information. Dynamic epistemic logics were developed specifically to analyze change of higher-order information. It has been a very activere search field in the past years. In my talk I will give an overview of dynamic epistemic logic.

Comentario de Angeles a Retóricas de realidad

Iniciaré este comentario con un refrán muy conocido "Todo depende de los ojos con que se mira".
<> es un texto que me introduce en una reflexión profunda, ya que no se trata de hablar por hablar, sino más bien de repensar la realidad postmoderna que nos lleva a cuestionar todas las promesas del mundo moderno que creó grandes expectativas que llevaron al hombre y a la mujer a crear un munedo ideal, negando el pasado, parte importante del proceso evolutivo de la historia humana, dejando a un mundo joven sin referentes significativos, negando sus raíces culturales y dejándolo a la deriva.
En el texto se afirma: "La realidad es un producto social, es la realidad en la que el sistema de objetos se mueve al ritmo de una sintaxis formal sin significantes. La pérdida de referencia es tan usual que nos hemos acostumbrado, pasamos de la seducción al engaño, de éste al enojo y terminamos en la nostalgia". Si la realidad es un constructo social, yo pregunto ¿Qué es la realidad según los niños, los adolescentes, los jóvenes, los adultos jóvenes y los adultos mayores? porque para cada uno de estos sectores es una realidad diferente. Según mi punto de vista todo depende de la educación en que hemos sido formados, por ejemplo el ser educados en valores nos ayuda a jerarquizar los valores vitales, culturales, sociales, económicos, estéticos, éticos y religiosos y darle a cada cosa su lugar, sin derrumbarnos o dejarnos llevar por lo que se nos ofrece en cada momento de la vida. La vida se construye teniendo en cuenta un pasado un presente y un futuro lo que hace de alguna manera armoniosa la vida. La pérdida de referencia ontológica, no se pierde si aceptamos el "Ser" que dio origen a nuestro ser y aquí va implicado el referente significativo que sostiene al ser humano en su relación tridimensional: relación con uno mismo, con los demás y con el cosmos que se ha dado en el pasado en el presente y se dará en el futuro. Mil disculpas al autor del texto, pero en mi experiencia personal no encuentro pérdida de referencia ontológica, al contrario se reafirma cada vez más.Y en mi experiencia docente descubro múltiples experiencias de realidad del constructo social de mis alumnos que reflejan en parte la realidad social globalizadora. Es verdad que tenemos que enfrentar inifinidad de retos frente a la era tegnológica deshumanizadora, realidad inegable, y esto requiere una formación que mantenga fuerte, firme y de pie, adaptándote en cierta medida, pero sin traicionar tu fe. La educación integral es un lemento importante en la vida, ¿la estamos proporcionando como la requieren nuestros estudiantes? siendo la familia la primera escuela, los padres realmente educan de manera integral a sus hijos? ¿qué falta por hacer?...¡Descubramos las bondades y los riesgos de la postmodernidad, como personas abiertas a las sorpresas del siglo XXI....

26.4.08

Segunda entrada de Angeles

La problemàtica en Berger-Luckmman y G. Durand

P.Berger y T. Luckman en su obra La construcciòn social de la realidad, hacen referencia a los fundamentos del conocimiento en la vida cotidiana, explicando el problema de la sociologìa del conocimiento en la realidad de la vida cotidiana, la interacciòn social, y el lenguaje. Presentan la sociedad como una realidad objetiva, organismo activo; la sociedad como como realidad subjetiva que internaliza la realidad y la estructura social. Para estos autores en la socialización primaria se construye el mundo del individuy la socializaciòn secundaria es la internalización del mundo basado en las instituciones. Por tanto la socializaciòn nunca es total.
La realidad es construida por el ser mismo en su constructo social. la sociedad compuesta por la diversidad de individuos, luego entonces tenemos una pluralidad de realidad que convergen en una realidad social que es la sociedad misma.
El problmea està en còmo compaginar esa realidad objetiva y subjetiva con la postura de Gilbert Durand al aborar en su obra <> al presentar la clasificaciòn isotòpica de las imàgenes; ya que para este autor las estructuras son idealizaciòn y retroceso autìstico diaretismo, geometrismo y atìtesis polèmica.

Acerca de "Retoricas de la realidad"

Considero que es muy importante lo que planteas en este texto, ya que al vivir perdemos demasiado la autenticidad que nos caracteriza, y la perdemos aun mas cuando tratamos de ser algo que aparentemente no somos, cuando caemos en la tentacion del materialismo, del cual tambien es imposible salir, viviendo en un mundo tan comercial como el nuestro; y no hay un metodo para escapar de el, pues antes que nada somos seres humanos, a los cuales nos gusta entretenernos, vestirnos, andar a la moda. Dicho de otro modo ¿Podria una persona vivir sin hacer actividades del mundo cotidiano? y si, sí ¿Seria una persona auténtica?.

Problematizacion acerca de la realidad

si partimos del supuesto de que la comunicacion es una transmicion de realidades ¿Que pasa con la comunicacion intrapersonal, que plantea el comunicarse consigo mismo?.
Me surgio esta duda, ya que en la comunicacion intrapersonal, el hecho de comunicarme conmigo mismo, y a la vez transmitirme mi propia realidad seria circular, debido a que tengo como persona una sola realidad.
Y al comunicar algo verdadero, ¿estoy ofreciendo alguna verdad?, o solo estoy ofreciendo algo de mi realidad.

18.4.08

Cuerpo y Subjetividad en el Imaginario Estético del Occidente Contemporáneo

“Acostumbrada siempre a descansar bajo la sombra y a realzar su belleza con su galanura, va errante, arremangada su túnica hasta las rodillas, como Diana, por las cumbres, por los bosques y por las rocas cubiertas de matorrales…”
Ovidio, “Venus y Adonis”, Las Metamorfosis, X, 9


No es posible pensarnos, en este mundo contemporáneo, en términos corporales como lo hicieron los griegos, hace más de dos mil quinientos años, o los medievales, hace apenas siete centurias. El mundo develado, como construcción de sentido, como emanación subjetiva de una nomenclatura ideológica del imaginario que le constituye, impacta con fuerza centrípeta a la conciencia portadora de un cuerpo.
El sujeto-cuerpo en el mundo puede o no asimilarse como creación, puede o no darse sentido a imagen y semejanza de una conciencia superior, pero no lograra evadirse de la herencia simbólica de antaño. El occidente antiguo y medieval, tanto como el moderno, han contribuido a la construcción ideológica del cuerpo contemporáneo, sin por ello ser lo mismo. Occidente escinde, rebana simbólicamente, al individuo en una comprensión, a veces radicalmente antagónica, dualizada de sí mismo.

La ilusión de algo evidente que en la actualidad tenemos del concepto de cuerpo proviene fundamentalmente de dos aspectos; el primero, la tajante oposición establecida por nuestra tradición occidental entre alma y cuerpo, entre lo espiritual y lo material. El otro, relacionado con lo anterior, es el hecho de que el cuerpo, por entero basado en materia aparece ante nuestros ojos con actitud de objeto positivista, es decir, que ha ido adquiriendo estatuto de asunto científico definido en términos de anatomía y fisiología. (1)


El cuerpo contemporáneo, como en la edad media, se bate en el rechazo y la exaltación, la proximidad y la lejanía, el carnaval y la vigilia, entre lo inmanente y lo trascendente. Hemos heredado una tradición ideológica de inconformidad hacia nuestros cuerpos, ya sea porque son contenedores del alma, del espíritu, o de un imaginario estético. Éste último es el que, a mi parecer, impera en el ideario corporal del mundo contemporáneo.
El sujeto se pelea férreamente con la individualidad, como sujeto portador de una conciencia de ser en sí y para sí , y el desdoblamiento objetivo de esa conciencia. El sujeto en sí se vuelca hacia el mundo a través de emanaciones simbólicas en su cuerpo. Es una ola en el mar que se contrae hacia la profundidad del océano y retorna violentamente para estrellarse en las rocas. La cultura de la estilización de los cuerpos, tanto en su dimensión arquetípica como en su lado hard core, es esa forma que el sujeto contemporáneo ha ideado para exteriorizarse. Es un sujeto que no se sacia en la construcción de sí mismo sino que requiere la mirada del otro, tiene que hacerse visible en una cultura imperiosamente visual.
La dualidad es evidente: yo-sujeto, yo-cuerpo, donde éste es un accesorio moldeable a las condiciones simbólicas del imaginario estético de su entorno social. El hombre contemporáneo es en ratos esquizomorfo, en ratos antifrásico. Es en sí, por sí y para sí, fuera del mundo (yoidad trascendental), pero también retorno, violencia, deseo de unidad (yoidad comunal).
Una mujer latina que se somete a cirugía estética sabe que lo hace para sentirse bien consigo misma (se siente feliz al saberse constructora de su en sí) tanto como por saciar una idealización de sus formas corporales que han de ser reconocidas socialmente: “¡que bonita nariz, tan respingada!”, le dirá su vecina, mas seguramente no le preguntara por qué no mejor se la achato, o mejor aun, por qué no pidió una nariz judía. Para la cultura corporal del occidente del siglo XXI es menester la visibilidad, el símbolo ha de ser visto, pocas veces escuchado, aspirado, y casi nunca sentido o degustado: eh ahí la maraña de este asunto.

(1) (Vernant,Jean-Pierre, “Mortales e inmortales: el cuerpo divino”, en ID, El Individuo, La Muerte y El Amor en la Antigua Grecia, Buenos Aires, Argentina,
Paidos Orígenes, #27, Paidos, 2001, Pág. 15.)

14.4.08

Calendario de la Especialidad 2008

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12.4.08

El problema de lo real, primera aproximación según Kiria

La ordenación de lo real, como nos dicen Berger y Luckmann, es relativa al contexto histórico social, da una concepción del mundo y por tanto una forma de ser, de vivir.
Si la realidad depende de un observador, ésta se determina a través del esquema y contenido mental del individuo. Sin embargo, el esquema y contenido del observador, a su vez, están definidos o moldeados por lo que se ha constituido como “lo real”; de tal modo, esta relación es una mutua afectación.
Es decir, la vida –lo cotidiano­– es un esquema determinado de realidad delineado por el contexto social-cultural, tal contexto da la pauta de lo que es y cómo es, de esta manera el individuo (educado en este esquema) da forma y constituye su realidad sin que necesariamente de cuenta de los alcances de esta influencia.
Por otro lado, en el entorno mediatizado y por el ritmo vertiginoso en el que pulsa, las ordenaciones acerca de lo real comienzan a romper su molde tradicional: lo que acaece independiente del sujeto. Comienza a tambalearse el sedimento de lo real como lo concreto, lo tangible. Surge, entonces, un nuevo fantasma que comienza a atravesar la pared material de esta “realidad” y se filtra la confusión.
El problema estriba, por un lado, en que este mundo creado o construido se convierte en el “mundo verdadero” o de “certeza” para sus habitantes, se gesta ­y permanece, aparentemente, como un mundo cerrado, el de las fórmulas probadas y, por tanto, con poca posibilidad de refutación. El estilo de vida, los patrones de moda y de consumo son dictados por toda la información mediática clasificada que impacta a los individuos, que de modo sutil –mediante la saturación y el bombardeo de imágenes manipuladas– los lleva a la construcción inconsciente de un ideario de vida o, mejor dicho, consumidores de un ideal de vida, sin cuestionamiento.
El lugar que han ganado los medios como directriz del pensamiento –en donde los recursos mediáticos saturan y penetran al individuo, y generan nuevos elementos de domesticación– origina, por un lado, una especie de adormecimiento ante su despliegue y por otro, un movimiento de ruptura del monolito de lo real, pues al perderse ciertas líneas que delimitaban el símil de lo simulado, se confunde la representación de lo representado.
Ahora bien, para Durand, el medio cultural es una especificación de ciertos bosquejos del imaginario; el imaginario es movimiento, es creatividad, y la constancia de arquetipos marca la dirección de esta creación; es decir, da dirección de pensamiento y de su posible concreción e inserción en lo que se tiene como realidad. Las formas que tiene el imaginario dentro del individuo siempre son estructuras dicotómicas. Los símbolos se presentan en pares de opuestos que proveen un movimiento perenne.
Por otro lado, el imaginario también es dirigido por las pulsiones subjetivas y asimiladoras de lo real, o por lo que se puede llamar entorno material-social. Esta concepción abre la conciencia de una realidad como una posibilidad de concreción de las infinitas posibilidades del interno, del imaginario, y que se constituye en una fundamental relación entre el pensamiento y el contexto social donde se origina, es decir, tal relación es bidireccional. El contenido del pensamiento está íntimamente ceñido al contexto de realidad social en el que surge y a su vez éste también incide en el sedimento de lo que se tiene por real.
Ante las tesis anteriores, lo que intuyo es que lo que es, lo que se institucionaliza como conocimiento, es un asunto de estudio antropológico, tal como sostiene Durand. Y observo la fundamental necesidad de hacer consciente la participación de cada individuo en lo que se erige como realidad y de la reflexión de cómo incidimos en la realidad comunitaria, y por tanto, la importancia de analizar y escudriñar todo esquema de inserción de pensamientos y las propuestas de mundo que ofrecen.
En otro punto, observo también la posibilidad de ajustar, de innovar y modificar lo que tenemos entendido como existencia, una posibilidad en un abanico tan imaginablemente amplio como se comiencen a destruir las ideas de realidad concreta, con una condición independiente al sujeto, ineludible y definitiva; mientras que esta caída de lo “real” traiga, además, un sujeto que asuma la posición de creador de realidad y pierda sus esquemas densificados de verdad y falsedad, y gire hacia el movimiento creativo.

Retóricas de la realidad

Cuando Walter Benjamín publicó su ensayo La obra de arte en la era de la reproducción mecánica (1936) reinauguraba un añejo expediente: la compleja relación entre objetos originales y representaciones (artificiales). Al parecer la aceleración de los medios de reproducción mecánica de las mercancías en el capitalismo (ya tecnológico desde hacía bastante tiempo) implicaba la adecuación a un entorno objetual que homogenizaba el ámbito de la percepción y acción en un mundo en el que cada vez menos era útil la fidelidad a un patrón modelo único (notar por ejemplo el desplazamiento del patrón oro por el patrón capital financiero). En arte la multiplicación de reproducciones parecía llevar a su muerte, fenómeno que después parecía desmentido por el mercado fetichista de las casas de subasta que especulaban con originales cotizados en altos precios, sin embargo la inercia de la “reproductibilidad” era, y lo fue cada vez mejor, un fenómeno social que forzaba al olvido del referente. En el rubro de la publicidad y el mercadeo, tan necesario para la salud de las venas y arterias de las empresas capitalistas (y no capitalistas), se impuso una competencia retórica en la que ya valía poco, si acaso valía algo, la referencia (lo importante es vender, no importa si el producto es útil, genuino, serio… “real”).

La realidad, como producto social, es la realidad en la que el sistema de objetos se mueve al ritmo de una sintaxis formal sin significantes. La pérdida de referencia ontológica es tan usual que nos hemos acostumbrado, pasamos de la seducción al desengaño, de éste al enojo y terminamos en la nostalgia. Hay una melancolía profunda en los cimientos de nuestra generación, tristeza expresiva cuyas formas, paradójicas, son los bellos rostros, las buena ropa, la moda, las risas de programa “familiar” matutino. Alguien podría preguntar ¿qué hay de “real” en una persona así? Pero ¿y qué hay de “real” en una persona que no es así?... No hay patrón ontológico, y los debates éticos y políticos se debilitan en el trance mismo de convencernos de ir tras ellos.

No hay que extrañar al “verdadero hombre”, ni a la “realidad real”, incluso términos “posmodernos” como el de “simulación” o “simulacro” son inapropiados porque dan la sensación de que aún tenemos conciencia de que hay una realidad que se nos escapa, un misterio nouménico que se agranda al ritmo de la aceleración de la información fenoménica.

Hemos llegado al punto en el que, al parecer, nos quedan dos grandes derroteros: a) reconstruir, como sea, como se pueda, al costo civilizatorio necesario, la Referencia de nuestras acciones, emociones, pensamientos…; b) Aceptar la “vacuidad” de las “representaciones” (vacuidad ahora tomada como intrínseca a la realidad misma)

[esta historia continuará...]