19.2.09

El arte como hipertexto de la realidad de la vida cotidiana




Desde la fenomenología presociológica de Berger y Luckmann, nuestra realidad más inmediata es la de la vida cotidiana. Así, nuestra estancia en el mundo o en el actuar cotidiano se convierte en el eje primordial para la comprensión de lo que acontece a nuestro alrededor; ahí donde converge un sujeto “cara a cara” frente a la alteridad, ahí donde la sintomatología expresiva del otro se revela, ahí, donde las relaciones intersubjetivas pueden o no darse a través del lenguaje, se torna necesario comprender los significados que se nos ofrecen en el discurrir cotidiano; entonces, la realidad se convierte en un gran texto cuyo prodigio radica en la significación que se le otorga y puede entenderse como una producción humana de signos.
Ahora bien, para Berger y Luckmann existen regiones “limitadas de significado”, tal es el caso de la ciencia, el arte y la religión. El artista, el físico teórico y el místico -desde esta perspectiva- argüirían la incapacidad para transmitir lingüísticamente “el concepto de espacio, el significado de la creación y la comunicación con la divinidad.” No obstante, el lenguaje es capaz de ir más allá de la vida cotidiana en un traslado entre esferas de la realidad creando una especie de traducción necesaria para el orden de la vida cotidiana. Por lo tanto, para establecer un salto entre la comprensión de la vida cotidiana y la comprensión del arte, Berger y Luckmann propondrán la necesidad de un lenguaje simbólico. Simbolismo que de nueva cuenta se objetiviza en la vida cotidiana, es decir, a través del lenguaje los símbolos se presentan como elementos objetivamente reales de la vida cotidiana.
De esta forma, puede entenderse que la lectura, la búsqueda por el significado de los símbolos artísticos se instaura en una interpretación hipertextual de la realidad de la vida cotidiana, si se establece una analogía con el sentido del hipertexto representando un laberinto de información (de los signos y símbolos) con los vínculos posibles de la significación. Si la realidad de la vida cotidiana es un gran tejido de signos (texto), la realidad de las zonas artísticas se presenta como puentes o vínculos entre la cotidianeidad y los símbolos del arte.
En la actualidad el arte busca integrarse al discurrir de la vida cotidiana, como si el traslado de una esfera a otra dejara de ser tan evidente o acaso dejara de estigmatizarse la frontera o la incapacidad por traducir los significados que la misma nos ofrece.

2 comentarios:

Val dijo...

Me parece pertinente, la aportación que hace Yelenia, espero haber comprendido correctamente lo que ella pretendió aportar, sobre, la aparente necesidad de los que se dedican al arte para crear un lenguaje simbólico mas entendible para el colectivo, sin embargo en mi opinión, estos personajes nunca se han interesado por llegar a las grandes mayorías, y además de esto, que su trabajo sea entendible.

Como sabemos los artistas se caracterizan por pertenecer a ciertos grupos sociales, que es donde existe un interés por el "arte" ya sea por educación, cultura, o gusto propio. Por tal motivo no me parece que su pretensión sea la de ser entendidos por todos. Como sabemos vivimos dentro de un sistema y ese sistema de realidad conformado simbólicamente con significados aceptados históricamente,y que nos habla de la cultura del arte que siempre ha pertenecido a grupos sociales específicos, (y con esto no quiero decir que sea correcto) que siguiendo esta idea de hacerse entender, creando espacios o códigos mas comprensibles y dejar de pertenecer a esa elite en la que se encuentran, a mi parecer pueden perder mas de lo que puedan llegar a ganar, y con esto me refiero a todos los rubros posibles en los que se pueda perder algo, como artista.

En consecuencia esta el otro lado el que entendería este lenguaje, no se dentro de su realidad, que tan interesado este por entender el arte. O que tanto su realidad le permita acercarse a esos espacios donde se presenta el arte.

Yelenia Cuervo dijo...

En efecto, el arte dentro de su propia tradición ha pertenecido a esferas de élite (lo cual también ha sido cuestionado por la misma tradición artística, piénsese en las vanguardias),no obstante, se puede observar intentos por lograr mostrar un arte en relación a lo cotidiano. Conforme a lo que señalas en torno a la incapacidad por intreresarse en el arte cuando nuestra realidad es ajena a su propio simbolismo, no me parece una cuestión de voluntad o subjetividad, pues si es el caso en el cual el arte se presente de forma cotidiana es porque de antemano presenta construcciones ligadas al sentido del discurrir diario, como una exhibición de bancas en el paseo de Reforma o una exposición de fotografías de la Virgen de Guadalupe en Avenida Politécnico (tan ad hoc para un pueblo guadalupano como el nuestro)y donde curiosamente, todas las fotografías muestran a la Virgen en situaciones cotidianas como la venta de figurillas en un mercado, los aretes de una chica representando a la virgen, las bicicletas de los fieles en un 12 de diciembre, etc.
Quizá sea interesante recordar posturas como la de Arthur Danto, quien nos recuerda que debe de existir una resemantización de las categorías para comprender lo que solemos nombrar como "arte", para desvanecer los parámetros de un arte meramente elitista cuyo refugio y templo ha sido el museo.